𝐈𝐈
Sakura empezó a abrir sus ojos con algo de pereza, movió su cabeza observando la hora en el reloj en la mesa de noche de la mayor, eran las once de la mañana. Suspiró con pereza y refregó su mejilla contra el fuerte pecho de la alfa antes de levantarse, o intentarlo.
Al intentar sentarse en la cama volvió a caer sobre el pecho de Kazuha, frunció el ceño y ahí se percató del fuerte agarre en su cintura. La pelinegra la tenía atrapada y se veía que no tenía intenciones de soltarla, con cuidado tomó el brazo de la alfa y despacio la empezó a despegar de su cuerpo, teniendo un pequeño espasmo debido al susto por escuchar un pequeño gruñido de la dormida alfa.
Finalmente logró escapar de sus brazos, la verdad no quería separarse porque se sentía muy cómoda. Luego de lavar su rostro y dientes fue hasta la cocina a preparar el desayuno para ambas.
Mientras Sakura se movía por la cocina, la alfa empezó a despertar. Palpó la cama y se alarmó al no sentir a su omega con ella, eso la puso en alerta. Todo rastro de sueño desapareció y salió volando de la cama con una cosa en mente.
Proteger a la omega.
Sakura se dio media vuelta mientras revolvía el jugo con el supresor triturado, el darse la vuelta dio un salto al ver a la alfa parada en el umbral de la puerta completamente seria mirándola fijamente, con una pequeña sonrisa dejó el vaso sobre la mesa.
ーYa despertaste, el desayuno esta listoーSu sonrisa se empezó a borrar a medida que la alfa se acercabaー¿Pasa alg...?
No pudo terminar de hablar porque Kazuha la tomó de las mejillas apretándolas haciendo que sus labios formen un piquito inconsciente. La pelinegra movía su cabeza para todos lados verificando si estaba herida, para arriba, abajo y a los lados. También olfateó su cuello verificando que no tenga el aroma de otro alfa, frunció el ceño y abrazó a la omega aplastando su mejilla contra su pecho.
Sakura no entendía nada, no se esperaba esa reacción de la alfa y menos que soltara feromonas para impregnarle su aroma.
ーMía. Omega mía.
ーSí, amor, soy tuyaーHabló con algo de dificultad.
Kazuha no la soltó por diez minutos, diez minutos apresada por los brazos de la alfa. Al desayunar también tuvo que sentarse en su regazo y aceptar los mimos que esta le hacía en su cabello o cintura. Y estaría mintiendo si dijera que no le gustaba.
A eso de las cinco de la tarde, Sakura se encontraba acostada en la cama de la alfa leyendo un libro mientras la alfa daba vueltas por el departamento haciendo quién sabe qué, intentó comunicarse con Wonyoung pero era imposible, se ve que no tenía señal así que iba a tener que descubrir las cosas sola. Alzó la vista del libro al ver a la alfa parada en la puerta observándola con un pequeño puchero en sus carnosos labios.
ー¿Qué sucede, Zuha-Chan?ーPregunta dejando el libro de lado.
La alfa caminó hasta la cama, gateó hasta la omega y apoyó su cabeza en su pecho refregando su mejilla mientras pasaba una de sus piernas sobre las suyas soltando un suspiro de satisfacción.
ーOmega...
Sakura sonrió con ternuraーAh, ya veo... Quieres mimos.
Subió una de sus manos hasta el cabello negro de la alfa, enredado sus dedos y dando pequeñas caricias, mientras que con su otra mano acariciaba su muslo que estaba arriba de sus piernas. Juraba que podía escuchar a la alfa ronronear levemente y como su respiración se volvía más pesada y tranquila, se había dormido en su pecho.
Apretó sus labios y cerró sus ojos tratando de no gritar y patalear por lo tierno que le resultaba eso. Como la mejilla ajena se abultaba y se refregaba acercándose más a su cuerpo buscando calor.
A eso de los 20 o 25 minutos la alfa comenzó a despertar observando a la omega con sus ojos perezosos y brillantes, ahí Sakura no se contuvo y la tomo de las mejillas.
─¿Por qué eres tan linda? ¡Joder!ーExclamó repartiendo besos por todo el rostro de la alfa y terminando en sus labios dejando picos y por último lo abrazó por el cuelloー¡Le haces mal a mi corazón!
La alfa no entendía la reacción de su omega pero con tal de que lo mime así no se quejaría por nada del mundo.
El celo de los alfas varía mucho, pueden ser muy mimos, enojones, muy violentos y posesivos con su omega o que su lado sexual este más presente. Kazuha siempre fue una chica cariñosa pero en celo lo era más y eso le encantaba a Sakura, no era la típica alfa fría y seria que demostraba poco cariño por su omega, era todo lo contrario y su enamoramiento crecía.
* * *
La alfa se encontraba sentado en el sillón mirando televisión mientras la omega estaba en la cocina pensado en qué hacer de cenar, llevaba pensando en eso hace diez minutos y no se le ocurría nada esta que se acordó de la tienda de pollo frito a tres calles del departamento de la pelinegra. Así que tomó su celular dispuesto a llamar pero su ilusión decayó al recordar que en esa tienda no tenían delivery. Kazuha no la iba a dejar salir.
Cuando los alfas entraban en celo y lo pasaban con su omega oficial, no lo dejaban salir de la casa durante todo el celo debido a su lado posesivo y territorial.
Asomó su cabeza y observo a la alfa concentrada en la televisión, se acercó y se sentó a su lado. Kazuha rápidamente la rodeo con su brazo pegándola a su cuerpo.
─Mmmh, ZuhaーLa llamó y rápidamente tenía la atención de la nombrada─No sabía que hacer de cenar y se me ocurrió comprar pollo frito en la tienda que esta a tres calles, pero... no tienen delivery y tengo que ir yo a...
─No─Gruñó con recelo.
Kazuha no permitiría que otros alfas se atrevan a acercarse o siquiera mirar a su omega, su omega era suya, de su propiedad. No de alguien más y nadie tenía permitido verla o tocarla más que ella.
─Juro que no voy a tardar y que no voy a hablar con ningún alfa─Prometió la rubia─Además... omega se enojará si alfa no la deja salir, y alfa no quiere que omega se enoje, ¿o si?─Rápidamente la pelinegra empezó a negar algo asustada.
Sakura sonrió triunfal y salió corriendo a la habitación para abrigarse no sin antes dejar un beso en los pomposos labios de la alfa. Antes de abrir la puerta y salir, Kazuha se le acercó y la abrazó de forma protectora dejando salir sus feromonas para impregnarla con su olor.
─Cuidado. Mucho.
─Voy a tener cuidado, amor. En menos de 30 minutos ya estoy de regreso, ¿si?
Sakura tardó unos 10 minutos en llegar a la tienda, no había nadie por lo tanto la chica, que era un alfa, la atendió a penas entró. Se sentía algo incomoda, lo admitía, pues esa alfa no dejaba de verla, discretamente acomodó su abrigo dejando a la vista su marca.
─¡Tengo alfa, imbécil─Maldijo cuando de alguna u otra forma esa alfa logró acorralarla en una de las paredes del local.
ーPero yo no soy celosa, cariñoーSakura sintió asco.
ーPero mi alfa sí, así que déjame si no quieres terminar con la nariz rota.
Empujó a la alfa y salió rápidamente del local, al llegar al departamento Kazuha detectó el aroma de otro alfa en su omega, soltó un gruñido que le dio escalofríos a Sakura, esta sabía que Nakamura no le haría nada pero los gruñidos de los alfas en celo eran más potentes que la voz de mando. Se acercó a la omega y enterró su perfecta nariz en su cuello justo donde estaba la marca, soltó feromonas para que ese horrendo olor desaparezca de su preciosa omega.
Cenaron en un silencio cómodo, Sakura en el regazo de la alfa como siempre. La rubia secaba sus manos una vez terminó de lavar los platos sucios, dio un pequeño salto cuando las manos de la pelinegra la tomaron de la cintura luego chilló al ser levantada estilo princesa.
ー¿Qué haces, Zuha?ーPregunta mientras la alfa lo llevaba a la habitación.
La dejó sobre la cama y bajo la atenta mirada de Sakura se quitó la camisa dejando a la vista su perfecto torso.
«Se esta poniendo buena». Pensó con picardía.
La alfa abrió sus piernas y se metió entre ellas, Sakura mordió su labio inferior algo ansiosa pero Kazuha no hizo lo que ella esperaba, que era quitarle ropa, sino se acostó en su pecho soltando pequeños ronroneos refregando su mejilla contra este.
A ver, Sakura amaba mimar a la alfa pero admitía que se había decepcionado un poco.
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